Después de una prohibición de más de 15 años, Colombia reinstauró el comercio de la piel de cocodrilo o caimán aguja conocido como Crocodylus acutus. El Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS) levantó parcialmente la prohibición del tráfico de cocodrilos o caimanes agujas en algunos manglares del país como: La Balsa, Cispatá, Tinajoes, y los sectores cercanos al departamento de Córdoba.
Diferentes estudios generaron resultados que determinaron que la especie de caimanes aguja habían logrado recuperar el equilibrio lo que garantiza que la especie es sostenible en el tiempo.
Según la fuente del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible:
Los resultados de las investigaciones realizadas durante el año 2002 y el año 2017 se lograron registrar 1831 especies de caimán aguja lo que representa una tasa de nacimiento de 86.3 individuos por año.
En su momento esta medida que fue polémica al ser considerada maltrato animal se dio por el peligro a extinción de la especie. Pero gracias a las medidas de conservación adoptadas, y de acuerdo al estudio realizado este problema logró ser solucionado.
Según el estudio durante el año 2017 se logró incrementar en un 250% la reproducción de la especie alcanzando la suma de 11.788 especímenes luego de los procesos de recuperación de la reproducción de la especie que fue manejado por el Distrito de Manejo Integrado (DIM).
La recolección y caza de la especie de cocodrilo será exclusivo y restringido a sus huevos, Esta práctica será permitida únicamente a las comunidades que pertenecen a la zona, que dependen del uso de la biodiversidad de su entorno para su supervivencia.
No será permitido la explotación y caza de esta especie a los extranjeros, particulares, y entidades que sean ajenas a este territorio donde se reproduce el caimán aguja.
El manejo de los huevos de esta especie será controlado.
Los huevos de la especie deberán tener un manejo controlado, con la incubación de neonatos y caimanes juveniles que permitan repoblar la especie, como también para que este control permita el aprovechamiento de las pieles que son comercializadas nacional e internacionalmente. Estas pieles son catalogadas como una de las más finas y son consideradas de lujo por los artesanos de la marroquinería.
La recolección de los huevos será permitida solo entre Enero y Abril, en las zonas de geo referencia, con la autorización previa de las autoridades competentes, estos huevos serán llevados a incubación controlada en las instalaciones de la CVS para así garantizar la reproducción de individuos de ambos sexos de la especie y lograr un manejo controlado de neonatos y juveniles que serán reincorporados al medio silvestre, que terminen su crecimiento y garanticen la continuidad de la especie y el aprovechamiento de las pieles para su comercialización.
Esta decisión por parte del MADS fue criticada.
Al tomar esta decisión el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible estuvo en el ojo del huracán en las redes sociales. Incluso en la cámara de diputados algunos representantes juzgaron la decisión diciendo que este ministerio no tenía ninguna intención de defender la vida animal.
Sin embargo el desconocimiento de los estudios realizados quizás sea determinante en esta postura de algunos miembros de la cámara.
Según sostiene el estudio realizado, está comercialización de las pieles de cocodrilo beneficiará a las comunidades de la zona que viven de los recursos naturales como la fauna y la flora de la zona, además que las prácticas puestas en marcha permiten el permanente monitoreo de la población y evolución de la especie.
Sin embargo algunas organizaciones conservacionistas y amantes de los animales con el apoyo de algunos sectores políticos del país, se han dado a la tarea de torpedear esta decisión con algunos argumentos políticos que no van al fondo del caso.
El MADS explicó que el convenio tiene sus bases legales en la convención sobre comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestre (CITES) que regula la comercialización controlada de especies de plantas y animales en el mundo. Esta organización permite esta explotación cuidando la preservación de las especies.
Así mismo como ejemplo de esto, está la operación realizada en las bahías de Cispatá, San Jorge y valles del Sinú, donde antes del control de la explotación, en la zona habitaban 500 caimanes de la especie y luego de la implementación del control y a pesar de la comercialización de las pieles actualmente la población del caimán aguja en esta zona esta en 2000 individuos.
Conclusión:
En Ferrieri nos interesa de donde viene la materia prima como la piel de cocodrilo por eso estamos atentos a toda la información referente a este tema, porque así contribuimos a la conservación de la especies que brindan materiales para nuestro trabajo.